EL ÁNGEL CAÍDO
Te deseo, Pere.
Saborear su sabor metálico: Espero tus olas de espasmos y gemidos soterrados.
Tu piel erizada.
Tus cabellos revueltos.
Bajo mis labios todos tus accidentes de personal humanidad.
Fundidos en mutua exploración.
Trenzando hormonas y sintonías emocionales.
Sin derroteros ni bitácora, el vuelo libre, como ascensión.
Tus cabellos revueltos.
Bajo mis labios todos tus accidentes de personal humanidad.
Fundidos en mutua exploración.
Trenzando hormonas y sintonías emocionales.
Sin derroteros ni bitácora, el vuelo libre, como ascensión.
Vladímir
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