Jueves 19 ade enero de 2023
Tienen un trío de palabras: Stress,
Distress y Eustress. No hace falta saber ser un lingüista
para todas tienen la misma raíz.
La más conocida es stress que tiene una definición con
diversas acepciones. La primera es la misma que la española, pero la última
cita: «Fuerza física o presión que se ejerce sobre un cuerpo». Esta explicación
es totalmente inocua. No tiene deje negativo. Porque, de hecho, el estrés no es
siempre una fuerza negativa.
Para hablar de estrés negativo los anglosajones tiene la palabra distress que deriva del francés y es de
donde viene el término estrés. Distress suele traducirse al
español como angustia o
aflicción. Dos
palabras con una clara asociación negativa. Por eso, esta palabra, aparte de
significar angustia, significa estrés negativo, aquel del que tanto oímos
hablar. El que sube el colesterol y el riesgo de sufrir patologías
cardiovasculares y enfermedades mentales. El distrés (poco a poco se está
introduciendo al español) es ese que temen por igual médicos y responsables de
Recursos Humanos. Con este es con el que tenemos de andarnos con ojo.
Por último, tenemos el Eustress un
neologismo del inglés que llena un hueco lingüístico. Porque si el estrés es neutro y el distrés es
negativo, ¿cómo se llama el estrés positivo?
LAS DOS CARAS DEL ESTRÉS: DISTRÉS Y EUSTRÉS
Musitando palabras de amor
Ansiedad, de tener tus encantos
Y en la boca, volverte a besar
Tal vez este llorando mis pensamientos
Mis lágrimas son perlas que caen al mar
Y el eco adormecido, de este lamento
Hace que este presente en mi soñar
Quizás este llorando al recordarme
Estreche mi retrato con frenesí
Hasta tu oído llegue la melodía salvaje
Y el eco de la pena de estar sin ti
Ansiedad, de tenerte en mis brazos
Musicando palabras de amor
Ansiedad, de tener tus encantos
Y en la boca, volverte a besar
Tal vez este llorando mis pensamientos
Mis lágrimas son perlas que caen al mar
Y el eco adormecido, de este lamento
Hace que este presente en mi soñar
Quizás este llorando al recordarme
Estreche mi retrato con frenesí
Hasta tu oído llegue la melodía salvaje
Y el eco de la pena de estar sin ti
¡TE
COMPENSARÉ!
UN VIAJE ENERGÉTICO SEXUALMENTE HABLANDO
En la acogida que me hiciste me demostraste que no tenía problemas de salud, tampoco sufría estrés y que mis frecuentes sueños pertenecían a mi infancia. Por lo tanto, son un recorrido ingenuo por mi propia vida. Sin embargo, me mostraste la parte positiva de la ansiedad. Puesto que yo no tengo síntomas de origen patológico.
Para
esta sesión venía cargado potencialmente de mi energía sexual y una firme
voluntad de abandono y entrega. Arropado con tu calor físico que cubría mi
deseo erótico.
Es
mi propósito dejar la narración literaria y abordar la secuencia tal y como la
vivimos… Cuerpo a cuerpo, desnudos…
¡TE COMPENSARÉ!
Desde los primeros instantes me sentí seducido por el pretexto de tu compensación. Yo penetré en tu intimidad, aunque solamente tuve que empujar la pueta de entrada.
Fui
consciente de tu desnudez en torno a mi cuerpo despojado del fular y ansioso de
sentir los toques sensibles, que me hacían desear nuestro contacto pleno.
Sí,
nuestro contacto de aproximación sintiendo nuestros genitales entre las piernas
del otro. Éstos dieron paso a fundiros en un abrazo, mientras tu pene erecto
que presionado por mis ingles acariciaba el perineo.
Un
momento de sensibilidad exquisita fue cuando jugamos con la punta de la lengua,
lamiendo nuestros labios y dientes. Pude percibir el fuego de tu aliento que
abrasaba mi boca.
Ya
en el tatami pude comprobar que mi colchoneta estaba empapada de líquido pre seminal, producido por las muchas sensaciones eróticas vividas.
Tumbado
sentí la energía sexual volcada sobre todo mi cuerpo. Me dejaba seducir y al
mismo tiempo me di permiso para gozar y compartir contigo el calor y suavidad
de tu cuerpo.
Una
vez abandonado el pudor, la erección de tu pene me sedujo y mi ansia
gustosamente me atragantaba. Tienes un bello cuerpo y tu pene está en
consonancia. Expresión de potencia erótica
Fue
para mí un momento tremendamente erótico cuando sentí que tú también me
acariciabas el pene y aliviabas su flacidez; retirándote al percibir los
momentos anteriores a “correrme”.
Es
verdad que sentí tu cuerpo piel con piel; sintiendo tu calor y suavidad. Ardía
en deseos de romper la distancia mantenida en otras ocasiones.
Otro
de los momentos vividos con mucha sexualidad fue cuando abriste la cavidad de
mi ano, para penetrarme de forma simbólica con un pene figurado que yo ignoro
su nombre. Sentí su entrada gradual sin molestia alguna. El tiempo que
mantuviste este “miembro” dentro de mí, sirvió para hacer una evaluación de mi
capacidad receptora.
No
pocas secuencias borraron las líneas rojas mantenidas entre tú u yo motivado
por mis bloqueos de origen consciente o inconsciente. Pero en el abrazo
tántrico me sentí libre para fundirme contigo y pegarme a tu cuerpo.
Rozamientos y caricias muy próximas y sentidas. Siempre que busqué tu cuerpo,
obtuve respuesta. Eres un hombre bello y muy apetecible para compartir nuestra
energía potencial, transformada en energía cinética; recorriendo nuestros cuerpos
unidos.
Muy
importante para mí, cuando tú me hiciste tocar las partes de mi cuerpo donde se
había generado la energía que yo percibía como “blanca”.
Nuestra
última sesión supuso un crecimiento que me hace más feliz. Gracias maestro.
Nuestro
abrazo tántrico lo viví con mucha más intimidad y libertad; siendo consciente
de nuestro contacto piel con piel, agotando los últimos resquicios de mi pudor,
en favor del deleite de los sentidos. Aún recuerdo cómo fijamos nuestra mirada
tan cerca que tus ojos proyectaban luz brillante y tu respiración quemaba mis
labios. Fueron momentos de energía plena…
Este
texto resumen de nuestra sesión no es una obra literaria, es una expresión
consciente del amor que emana de las sensaciones, emociones y sentimientos,
vividos en aquel recinto que yo considero sagrado.
No
recuerdo de qué página pude bajarme este texto: