viernes, 7 de octubre de 2022

PRIMERA SESIÓN MI SUBIDA AL MONTE TÁNTRICO POST PANDEMIA

 





EL ABRAZO CONSCIENTE EN LA MÁS IMPÚDICA DESNUDEZ

MI SUBIDA AL MONTE TÁNTRICO SIGUIENTE TRAMO

 “Cuando uno tiene que aprender menos cosas, se dedica más a disfrutar con el placer. El hedonismo como fuente de sabiduría” 

 “Como decíamos ayer”, que dijera Fray Luis de León al regresar a su cátedra de la Universidad de Salamanca, después de años en prisión, emprendemos este nuevo tramo después de haber resistido a la pandemia y el confinamiento por culpa del Coronavirus de 2019. Todo este tiempo nuestra comunicación ha sido a través de WhatsApp.

No me considero víctima tampoco superviviente, pero sí resistente a las nuevas circunstancias vividas a lo largo y ancho después de más de 30 meses. Durante este tiempo el diálogo entre nosotros ha sido frecuente, pero muy limitado para compartir vivencias; imposible dar continuidad real a MI SUBIEDA AL MONTE TÁNRICO. También es mi deseo que este nuevo tramo en real sea compartido a través de mi habitual narración, pasados unos días.

HOJA DE RUTA de nuestra sesión

Situación del punto de partida: Después de hacer un balance de nuestro

estado físico, emocional y hasta económico, pudimos comprobar que nuestra pole position, se encontraba en orden para emprender de nuevo la marcha. No se trataba de tiempos cronometrados y muchos menos de premios a conseguir. Se trataba de sensaciones, emociones y sentimientos. Magnitudes todas ellas que debían de excitar nuestra energía sexual, quizás adormecida o aturdida por el estruendo trágico del COVID 19.

En nuestro primer abrazo yo percibí a un hombre más recio y sin duda nuestro apretón fue más duradero y consciente. La entrevista de acogida nos hizo valorar que ambos nos encontrábamos serenos y sobre todo en mí caso esto provocaba mucha más atención y concentración.

Yo confieso que iniciaba la sesión con mi deseo sexual crecido. Cuando nos posicionamos uno frente al otro, desnudos con el fular ceñido a la cintura, percibí un cuerpo tostado por el Sol muy atractivo y me fijé en tus eróticos pezones.

El comienzo con la respiración boca-nariz pasó con facilidad. El reajuste lo tuve que acometer yo, porque mi manía de olvidarme de respirar persistía para entretenerme en otros pensamientos. Te confieso y tú lo comprobaste que tuve mis dificultades. Pero fue muy placentero la presencia consciente de tu cuerpo, aunque a veces debía de cerrar los ojos en aras de una mayor concentración. Sin duda creo que logré que mi pensamiento no fuera más rápido que mis sensaciones sentidas “aquí y ahora”.

Más presencia consciente siempre cargada de erotismo. Más sensaciones y emociones: Antes y después de que se cayeran los fulares, ya me habías provocado caricias por todo el cuerpo tipo pluma. Y más tarde apretando nuestros cuerpos fundidos en un abrazo; sintiendo los genitales del uno atrapados entra las piernas del otro.

 EL PIZZICATO (*)

Quizás te parezca un disparate el introducir esta palabra para narrar las estimulaciones que lograste en mi cuerpo, un tanto adormecido por el Covid19. Pero te encargaste de excitarme zonas erógenas a modo de vasos comunicantes aplicando estímulos que obtuvieron mi respuesta sexual y erótica.

La técnica que utilizaste fue la del pizzicato, es decir el pellizcado. Que muy hábilmente provocabas una molestia-placer en zonas del perineo, genitales y glande, hasta provocar una excitación que aceleraba mi respiración animal, aspecto que lejos de reprimir me aproximaba a la tensión final.

Otro campo de actuación fue el ano, sentí que acariciaste el anillo exterior y penetraste al interior, fue igualmente placentero. Auténtica preparación para pasos definitivos. La provocación de molestia-placer fue constante, hasta liberar la tensión con agitación sonora de la respiración animal.

Por supuesto el pizzicato aplicado a los pezones aumentó la excitación hasta el nivel más alto. En todos los momentos pude experimentar la cercanía que había entre el orgasmo sexual y el éxtasis místico. Esto no es literatura.
A lo largo de la sesión comprobaste y así me lo hiciste sabe, que me costaba trabajo escuchar tus mensajes que a veces son como susurros… Y efectivamente se reflejaba en una tensión de los hombros para poder escucharte mejor. Esta observación coincide con el fisioterapeuta que observaba que tengo los hombres muy tensos… Como consecuencia de tu indicación ya tengo enfocado resolver la audición de mis dos oídos. Gracias a ti.

Mi deseo sexual estuvo presente desde que nos encontramos cara a cara, momento que viví la proximidad de nuestros cuerpos sin pudor. El ceremonial de despojarme poco apoco del fular; sintiendo la presencia y hasta el calor de tu cuerpo, me provocaba más deseo erótico. La Energía Sexual ha fluido por todo mi cuerpo durante toda la sesión.

Me pediste cubrirme con tu cuerpo tendidos sobre el tatami y accedí placentero, donde pudimos sentir nuestra desnudez y el contacto piel con piel, sensaciones y emociones…

Abrazamos nuestra desnudez en posición de pie; consciente y lentamente sintiendo la suavidad y temperatura de nuestros cuerpos.

En varias secuencias de nuestra sesión, pude sentir la proximidad de tus genitales, próximos a mi cabeza y mi rostro. En esta ocasión no tuve la oportunidad de saborear el crecimiento de tu pene con mi lengua y saliva.

También eché de menos el no poder excitar tu atractivo miembro viril con mis manos.

Nuestro Abrazo Tántrico fue el broche de oro de nuestra sesión. Sin duda a través de la fusión de nuestros cuerpos en la desnudez consciente e impúdica, hasta la yema de los dedos percibieron la energía sexual, activada por nuestros contactos y caricias, con lentitud medida…

Finalmente, cuando recitas esa especie de oración energética, la narración corresponde a los momentos vitales y sentidos, provocados por tu manipulación sobre mi cuerpo; provocando que la energía sexual aflore por todos los poros de mi piel. Llenando de luz mi SER.

 

LOS CINCO SENTIDOS


(*) El Pizzicato

¿Qué significa pizzicato?

Para responder más a la pregunta «¿Qué es pizzicato?», la traducción real de la palabra significa pellizcado o arrancado. Es un método que fue utilizado por primera vez por el compositor italiano Claudio Monteverde, y se utiliza a menudo en un gran número de actuaciones orquestales. Brinda a los instrumentistas de instrumentos de cuerda una excelente manera de fortalecer su mano izquierda mientras se enfoca en obtener el mejor tono.

 Trabajo de las yemas de los dedos sobre las cuerdas del instrumento.












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